A ella le encantó y no sólo a ella, también a todo el mundo que la ve y es que nos llevamos la pizarra a todas partes. Procuro llevarla dentro del bolso y cuando veo que ya no es posible entretenerla con nada, ahí está la pizarra lista para ser utilizada. No puedo estar más contenta porque se entretiene muchísimo con ella.
Como os comenté, estoy con los preparativos de su cumpleaños y mi amiga Mirella, me hizo un superfavor con algo que ya os enseñaré. La estuve mareando unos días y como tiene 2 niños, me pareció una buena idea hacerle una pizarra enrollable al más pequeño, que es de la edad de Noa. Para el mayor, tengo pensado otra cosita, también handmade, pero todavía ni he empezado a hacerla, así que no hay ni fotos, ni nada.
He dejado el bolsillo de las telas así, para no restar espacio a la superficie destinada a pintar. La de Noa la hice también así, pero si en snap. Sigo buscando la mejor manera. En la próxima que haga, intentaré encontrar otra manera para llevar las tizas y la servilleta para borrar.
Así es por la parte de atrás. Cuando vi esta tela, me encantó y estaba deseando usarla.
¿Qué os ha parecido? A mi me parece una idea genial para regalar y os aseguro que no será la última que haga porque además de ir perfeccionando la técnica, tendré preparadas para regalar.
Nos vemos en el próximo post, no?
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